El tamborileo de dedos en el pasillo del metro
se acompasa con los ruidos haciendo competencia
a mi presión emocional.
Aprieta, consume
Y tu que te escapas
y tu que no te vas
Incertidumbres y desgracias ajenas
en rostros desconocidos cruzándose.
Observo.
Nada me parece equiparable a mi destrozo
a mis despuntes, al vacio, al agujero.
Egocentrismo este, enloqueciendo al pensar
en tu sur, en tu aquel, en el más allá
de tus putas manías
Las necesito, las siento cruciales, como el pie
al guante, o la mano al zapato
como que si el metro para, el ruido cesa
y los dedos no tocan
Yo no toco, ceso, me paro
Muero.
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