miércoles, 22 de enero de 2014
De vicio.
Lo que me destroza ni de lejos me hace más fuerte, si eso más pequeña. Que de donde yo vengo lo sucio no se dice, no se pasea, se esconde como el niño tonto en los pueblos que si no lo ves es como si no existiera.
Existe y lo veo todos los días , es la presencia que siempre te persigue la sombra que es más tu que otra cosa y menos sombra que nada. Y aquí esta, dios sabe cuanto tiempo, echándome pulsos, dándome empujones y retándome cinco veces al día desde los 16.
A veces gano, a veces pierde pero ni una cosa ni otra es nada, porque sabemos que te verá caer antes o después, y sabemos que le va a gustar.
Es difícil controlarte cuando el control no es lo tuyo, es difícil enfrentarte cuando sabes que un día malo pueden ser dos o doscientos y que los vas a pagar caro.
no me victimizo, no me infravaloro, no me auto-compadezco, no me ataco, no me duelo... pero si lo del revés fuera al derecho , los zapatos en las manos y el paraguas para el sol , otro gallo nos cantaría. Que si yo soy así, es porque lo he visto, porque desde los 0 me lo han metido en cerebro, porque siempre te encasillan, te encuadran y si no encajas de manera perfecta te señalan con un dedo acusador.
Yo no elegí esto, y se que nadie creería que yo sea esa clase de chica. Me se las cosas importante , me se también las que no son pero tengo que reconocer que en esto soy hipócrita como lo seré en muchas otras cosas y lo sois todos también.
Lucho contra lo que en realidad quiero para mi, me indigno con lo que desearía ver todas las mañanas y hay pocas cosas que me den tanta rabia en el mundo como no ser consecuente con lo que digo hago y pienso.
Algún día te vas a ir a la mierda , me la vas a sudar, me voy a cagar en la puta quinientas veces y ni DIOS me va a hacer sombra a mi nunca más.
A tomar por el culo.
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